miércoles, 14 de diciembre de 2011

Broche de cebra

En agosto, cuando mi madre vio la pequeña sabana de su primer nieto se enamoró de la cebra y me dijo "yo quiero un broche con una cebra". Al día siguiente tenía completa la cabeza de la cebra. Y ahí me quedé porque me daba algo de pereza seguir haciendo las rayas del resto del cuerpo. Porque las rayas de la cebra y las manchas de la jirafa están hechas una a una artesanalmente por el antiguo procedimiento de cortar hasta que te aburres. ¡Pero si no hubo algo que odiara más que el puntillismo y el rayismo en plástica que hasta suspendí una evaluación en la EGB!

Total, que hace 3 días me enteré de que ella solo quería la cabeza... Así que le pegué una trasera para darle más cuerpo, cosí el broche y hoy ya lo tiene en su casa.

Porque antes terminé las kokeshis, claro, que no tardo 3 días en pegar dos trozos de fieltro.

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