martes, 10 de enero de 2012

Broche estrella

¡Feliz año nuevo a todos!

En navidades he estado bastante ocupada entre exámenes de oposición, visitas, comidas familiares, cuidar a mi preciosísimo sobrino, hace la cena de nochevieja, limpiar y descansar en los ratos libres. Espero retomar un poquito de actividad porque tengo algunas cosillas pendientes de enseñar, pero me han puesto un examen muy importante para marzo o abril y espero que entendáis que no voy a poder pasar mucho por aquí. Que si lo hago bien por fin tendré curro después de 2 años y medio y lo necesito mental y monetariamente como el aire que respiro.

Aun así, el año pasado Inés me pidió, poco antes de mandarle su kokeshi, si podía enviarle también una estrella, así que me dije "¿por qué no?" y en un ratillo hice la siguiente cosita:



A cambio Inés me mandó un paquete de regalo con kilos y kilos de rocallas, lentejuelas, lana y agujas de ganchillo. Cuando le pedí rocallas pensé que me mandaría paquetitos de 50 gr, no paquetes de medio kilo XD

PD: Todas las kokeshis navideñas fueron enviadas por correo (correo ordinario y tardaron menos de 24 horas en llegar, aún alucino) o fueron entregadas en mano por diversos mensajeros.

sábado, 17 de diciembre de 2011

La lechuza

El año pasado, en abril, recibimos una llamada de mi colegio: había muerto uno de los profesores y sabían que habíamos tenido un vínculo muy importante con él. Gracias a ese profesor mi hermano se interesó profundamente por la física (y unos cuantos más, esa generación llevó a casi la totalidad de sus mejores estudiantes a esa carrera) y los dos le elegimos como padrino en la graduación de COU. Era una persona entrañable, cariñosa, muy educada y siempre con el "Señorita XXX" o "Señor XXX" en la boca, una de esas personas a las que es un privilegio poder conocer. A ese profesor le llamábamos "el lechu" porque tenía unos ojos enormes y siempre parecía ver todo lo que hacíamos en clase. Fue un profundo choque emocional enterarnos de que un cáncer se lo había llevado y nos emocionó mucho que se acordaran de nosotros y nos avisaran para poder presentarle nuestros respetos a su familia.

El día que nació mi sobrino mis padres vieron una lechuza delante de la maternidad; según parece andaba algo perdida y se había dado un golpe, con lo que tuvieron que venir los de protección de animales a recogerla. Llevamos viviendo aquí desde 1986 y jamás habíamos visto una lechuza en Santa Cruz. Ni en ninguna otra parte de la isla, de hecho. Sé que es una tontería, pero lo que vino a mi cabeza fue ese profesor de física, como si hubiera querido venir a ver al pequeño. Sé que no es racional pero andaba nerviosa y sensible y el pensamiento hizo que me sintiera un poquito mejor (yo envidio muchísimo a los creyentes por ese consuelo constante de una vida futura y mejor con aquellos a los que quieren). Y tan pronto como me dejaron ver (muy fuzgamente, 10 segundos) a mi sobrino me fui a mi casa y creé esta estampa nocturna:




La cuestión es que ahora no sé qué hacer con ella porque en el cuarto de mi sobrino no cabe, así que si alguien quisiera la lámina y me paga 20 euros por las horas que le eché, estaré encantada de enviárselo. Puede ser un bonito detalle para un recién nacido, original y único.

(El marco no viene incluido, es del IKEA y él solito me costó 16 euracos)

viernes, 16 de diciembre de 2011

Los cuadros de Mayor

Hoy no traigo algo hecho por mí, sino por mi madre.

A ella le gustaba mucho pintar cuando era jovencita y era bastante buena (mis conocimientos de arte consisten en "me gusta" y "no me gusta" y ella entraba en la 1ª categoría, no sé nada de técnicas), pero con mi hermano y yo, el curro y la vida en general lo abandonó.

Cuando volví a Tenerife le dio el mismo tipo de picadura anímica en el alma que a mí con el fieltro y se puso a hacerme cuadros después de 25 años de parón. Y ahí los tengo yo, colgando de las paredes de mi casa. Además quedan divinamente con mi salón verde.

El primer cuadro es el más grande de todos y tiene como motivo las mariposas. A mí me parece colorido y alegre y me encanta.


El siguiente es un jarrón con flores. Para no haber tocado los pinceles en tanto tiempo y haber comprado los materiales en CASA, me parece que el resultado está muy logrado. ¿A que la transparencia conseguida del jarrón está chulísima?


Y por último están estos pimientos. O eso dice ella, porque a mí me recuerdan mucho más a las flores de calabacín que tantas ganas tengo de probar y nunca encuentro en el mercado. Me gusta mucho el tono que consiguió, ese anaranjado-rojizo. Y le queda estupendamente a mi salón.


Y eso es todo porque tengo un salón pequeñito y ha encontrado una nueva afición: mi pequeño sobrino de 3 meses y medio.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Funda de móvil

Llegaba el cumpleaños de alguien muy especial en noviembre. Yo seguía pobre como las ratas pobres. Los regalos ofrecidos por el resto de parientes iban a ser espectaculares. Tenía dos posibilidades: volver a hacer un cenicero de arcilla como cuando tenía 8 años (lo que pasa es que ya ni fuma, con lo que no puedo hacer ese horror de nuevo para nada) o usar el fieltro.

Pues venga una funda de fieltro para el caballero. Pero claro, una funda negra, de fieltro, sin más es algo así como... sosa... insípida... horrorosa... espantosa. Y yo no me podía permitir algo así, con lo que saqué mi ingenio a pasear y... nah, qué va, tiré de google, como hace todo el mundo.

Lo bueno es que el señor especial tiene una afición aún más especial; lleva haciendo ambigramas desde 1981, dos décadas antes de que Dan Brown los hiciera famosillos con los Illuminati. Y el señor especial hizo amigos especiales y uno de ellos hizo un maravilloso "ambigrama" de fondo y figura en el que se puede leer nombre y apellido del señor especial. El gran artista de la obra no es otro que Alberto Portacio, que además me dejó una obra estupenda para poder llevarla al fieltro.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Broche de cebra

En agosto, cuando mi madre vio la pequeña sabana de su primer nieto se enamoró de la cebra y me dijo "yo quiero un broche con una cebra". Al día siguiente tenía completa la cabeza de la cebra. Y ahí me quedé porque me daba algo de pereza seguir haciendo las rayas del resto del cuerpo. Porque las rayas de la cebra y las manchas de la jirafa están hechas una a una artesanalmente por el antiguo procedimiento de cortar hasta que te aburres. ¡Pero si no hubo algo que odiara más que el puntillismo y el rayismo en plástica que hasta suspendí una evaluación en la EGB!

Total, que hace 3 días me enteré de que ella solo quería la cabeza... Así que le pegué una trasera para darle más cuerpo, cosí el broche y hoy ya lo tiene en su casa.

Porque antes terminé las kokeshis, claro, que no tardo 3 días en pegar dos trozos de fieltro.

martes, 13 de diciembre de 2011

Kokeshis para regalo

Llega la navidad y tú llevas más de 2 años en el paro. Eres una malqueda que no puede ni invitar a un triste café a tus amigas porque te has gastado el presupuesto en fieltros y, para más inri, has vuelto a la tienda para comprar un broche de 25 céntimos y has vuelto a salir de allí con 5 broches en bruto, 2 bolsitas de lentejuelas festoneadas (que ni siquiera son mis favoritas, pero es que ya no hay tiendas de lentejuelas), 8 plastiquitos de colorines que asemejan piedras preciosas y 3 cajitas de preciosísimas rocallas de núcleo plateado. ¿Qué haces?

Pues más muñequitas, claro está.

Y te pones a pensar en tus amigas. Y les preguntas dos colores por twitter y creen que estás como una cabra. Pero tú piensas en Inés, porque es su turno.
Piensas en las veces que te ha traído cositas ricas de comer a casa. O cómo te ayudó a terminar de vaciar el salón cuando tenían que arreglar las paredes después de la inundación de febrero de 2010. Y que además trajo galletas. Piensas en la de recetas maravillosas que te ha pasado y en que tu vida cambió al probar LA tarta de manzana. O en las risas jugando a Just Dance. Y decides que la muñeca tiene que tener el pelo algo más largo de lo que habías hecho hasta ahora porque ella tiene un melenón.


Cuando terminas es el turno de Pétalo. La misma que te aguantó durante 4 días en su casa, haciéndote de comer y mimándote cuando tú estabas semihistérica por 4 exámenes de oposición consecutivos. Y ves que el hilo azul que tienes queda genial con el marrón chocolate y te luces como nunca antes. Que tampoco es que hayan habido muchos antes, ejem.


Llega el turno de Be. Be la que siempre tiene la puerta abierta de su casa, la que te ha hecho la manicura, la que ha dormido en tu cama y a la que has amenazado (en broma, lo juro) de muerte en un callejón oscuro porque el sitio lo pedía a gritos. Be la que siempre me ha dicho "quédate a dormir". ¡Hasta ha permitido que Mentiroso se quedara a dormir también! Be, la que tenía miedo de hacerse cargo de un bicho y ahora tiene un perro al que le ha dado la vida. Be eligió el rojo y el negro.


Y aunque la conozco poquísimo le pedí sus dos colores a Lorzagirl porque se enfrentó a los grandes persiguiendo lo justo y eso me tocó la patata en un día sensible. Y me pidió rosa y MÁS rosa. Y recordando sus ojos metí un poquito de azul.


Ahora llega lo complicado, que es acercarme a Correos...

lunes, 12 de diciembre de 2011

Más kokeshis

Después de hacerme 5 kokeshis en un día me tranquilicé un poquillo. No me gustaba demasiado cómo quedaban por detrás, todas llenas de hilos y nudos, así que fui a por algo de fieltro fino negro y pegamento textil (el que usé en la sabana se me había acabado ya) para ponerles una tapa trasera. Es maravilloso ver tus creaciones repletitas de pinzas de la ropa para que se quede bien pegado el broche en sí y la parte negra de detrás. Queda de lo más cutre pero es efectivo.

De todas formas me tocaba reemplazar una muñeca que ya tenía dueña, así que hice otra con colores que me dijo mi madre: naranja y marrón. Es un naranja estupendo muy rojizo pero, como no tenía hilo de ese color y ya me había visto obligada a comprar 3 carretes el día anterior (morado, verde y marrón), pues le hice la costura en el color de la túnica bajera... y me encantó el resultado. Se notan mucho mejor las diferencias entre las partes de la bata.


La siguiente fue algo especial porque tuve colaboración de Interloper. Su madre aceptó una y no le importaban los brillis, pero no podía ser azul porque no le gusta ese color. Mentiroso escogió entonces los colores, que le habían gustado de la muñeca del moño alto, el peinado con 2 moños con flequillo... y la hicimos con la bata abierta para poder lucirme con mi fantabulosa técnica de bordado. Creedme, ni uno solo de estos bordados es igual que otro. ¡Es completamente imposible que consiga algo así! Lo que se viene a vender como "pieza única" vaya.

Ni corta ni perezosa metí lentejuelas (que tenía de mi absurda época adolescente en que hacía collares que jamás me ponía) y rocallas (ídem) de colorines allí donde podía. A mí me parece que me quedó muy mona.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Kokeshis para mis tías

Hace pocos días descubrí el blog de Laura Valea y sus kokeshis y me enamoré de inmediato. Están muy bien hechas, son una monada y muuuuy dulces.

Me ofrecí entonces a hacerle a mi madre 5 broches de kokeshis para mis 5 tías paternas, a las que siempre les lleva un detallito por navidad. ¿Qué mejor que algo hecho por su propia sobrina? Buceé un poco más por Google imágenes viendo ilustraciones, muñecas, broches... quería fijarme en los típicos peinados y adornos y ver cómo podía hacer algo parecido yo a mano. Y estas son las 5 muñequitas que me salieron por orden de creación:






Después de estos intentos decidí que el moño alto no es para mí, no me gusta nada cómo quedó. También pasé a hacer sus caras en un suavísimo ocre casi blanco porque me gusta más la estética geisha... y porque me quedé sin fieltro color carne, para qué negarlo. Fui a la tienda pero ese día no tenían más. Mi madre me dijo que mejor no meter muchos brillis en las muñequitas porque, aunque a mí me encantan, ellas no son tan folclóricas como yo. Vamos, si por mí fuera iban a llevar ¡hasta luces!

Se las enseñé a mi cuñada que me dijo que estaba hecha un artista (casi salgo volando de lo que me hinché de la emoción) y me di cuenta de que las miraba mucho una y otra vez... pregunté y mi presentimiento era correcto: le había gustado mucho la última, la morada y burdeos. Así que se la regale, ya haría otra nueva.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Adornos para un cumpleaños

Llegaba el día 18 de octubre y yo seguía pobre de solemnidad pero era el cumpleaños de mi novio y algo había que dejarle de recuerdo como mínimo.

Miré de nuevo mis montoncitos de fieltro y me dije "Cattz, a ver cómo te las apañas pero tiene que tener una Tardis". Al fin y al cabo fui yo quien le metió el gusanillo por este clásico de la BBC. Usé como modelo una miniTardis que mi maravilloso Zor me trajo de Londres y con mucha paciencia y cutters me puse manos a la obra.


Casi muero derrotada por los cuadraditos y la costura. Como ya he comentado soy muy mala cosiendo y esto era una obra completa de líneas rectas que se volvían zigzagueantes a la mínima. El hacer letras tampoco es que fuese para mí y el tamaño completo de la Tardis es de la palma de una mano. Aquello era minúsculo y me sentía como si estuviera desactivando una bomba. Fue la primera vez que me estresé haciendo una de mis manualidades en vez de conseguir relajarme. La Tardis, eso sí, viene con sorpresa; en su interior guarda una notita cariñosa que su propietario podrá leer cuando se rompa el adorno.

Como una sola cosa podía sentirse triste en un frío despacho, seguí con el tentáculo que fue mucho más sencillo porque... bueno, porque lo tenía hecho desde hace meses, desde antes de agosto. Quería ponerlo en una funda para un ebook pero no conseguía hacer una tipo libro que me convenciera y abandoné el proyecto. Lo retomé como adorno para el despacho de mi novio y ahí estará ahora tan feliz.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Cuadro

Unos días antes del nacimiento de mi Peque yo ya estaba que me subía por las paredes. Todos los miembros de mi familia íbamos perdiendo una a una las apuestas sobre el día en que llegaría. Se ve que se encontraba tan a gusto dentro de mi cuñada que no estaba por la labor de salir fuera en un caluroso agosto. Volví a mirar mi montoncito de fieltro y pensé "yo con esto seguro que puedo hacer algo".

Una de las cosas más curiosas cuando empiezas a hacer estas cositas es que, aunque empiezas con la intención de aprovechar los colores que ya tienes, siempre se te ocurre alguna idea que quedaría genial con este otro color que no has comprado... No hay ni una sola de mis manualidades en las que no haya tenido que pasar de nuevo por la tienda a por un fieltro de tal color, de tal grosor, pegamento, tijeras... ¡lo que se os ocurra! En los períodos de actividad Celia me ve muy a menudo por su tienda.

En fin, que yo empecé con el leoncito, pensé que si lo tocaba un poco me podía quedar una cebra muy cuca, de ahí me fui a por la jirafa y para cuando me quise dar cuenta estaba la mañana del parto programado terminando mi sabana. En la foto no se aprecia bien, es un cuadro muy mono y con colores muy agradables que Peque ya tiene en su habitación.



jueves, 8 de diciembre de 2011

Peleles

Cuando completé el cuelgapuertas me di cuenta de un pequeñísimo detalle: me sobraba mucho fieltro. No soy de llevar joyas y poder reciclarlo en pendientes o collares, así que me decidí un día que pasé por Benetton a tunear algunos bodys blancos de bebé que estaban a tan solo 3 euros. Con los colores que tenía me vinieron dos ideas:

- La primera fue un leoncito que vi una vez y que me pareció monísimo. De memoria saqué plantillita con el portátil, recortar, pegar y coser. Aquí me di cuenta de que el pegamento textil es odioso si luego planeas coser los retales porque deja la tela durísima y no hay quien haga fuerza. Además yo no soporto los dedales y me clavaba la parte trasera de la aguja cosa mala en los dedos. Rompí varias agujas y ahora mismo la que uso está bastante combada.


- La segunda es un homenaje a mi infancia, esa que en gran parte me dio mi hermano motivando mis gustos y aficiones sin que yo me diera cuenta. Veía aquel cacho de fieltro morado y solo podía pensar en una cosa: Day of the tentacle y su malvadísimo y carismático tentáculo morado.


Hoy en día mi sobrino ya ha llevado puestos los dos peleles, pero como hace fresquito siempre tiene que ser como ropa interior, una pena no poder mostrar ese frikismo al mundo.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Cuelgapuertas

Hola a todos y bienvenidos a este nuevo blog.

Aquí publicaré las cositas que he ido haciendo este año con fieltro; no es que lo haya hecho todo en diciembre, en realidad empecé unos cuantos meses antes, cuando me enteré de que iba a ser tía de un niño y los nervios de la espera empezaron a hacer mella en mi mente...

Para relajarme, y dado que ahora mismo voy bastante justita en el tema económico, decidí hacerle a mi sobrino y ahijado sus regalos con mis propias manos.

Mi mayor inspiración y mi objetivo a seguir siempre ha sido el blog http://www.giftsdefine.com/, lleno de preciosos detalles amorosamente cosidos y, ejem, ligeramente caros para mi exiguo bolsillo. Mirando sus preciosos móviles y cartelitos con los nombres de los niños, fue cuando decidí hacerle yo misma un cartel cuelgapuertas, para identificar su habitación.

Ni corta ni perezosa me acerqué a la tienda Trisquel a por fieltros de colores, unas plantillas del dibujo hechas en photoshop para recortar... y a echarle horas y algún que otro tutorial de costura, que yo no es que sea precisamente buena. De hecho ya iréis viendo que las líneas rectas no son lo mío y para evitar que se note mucho hago muchísimo punto festón, que además queda muy cuco. Algo de guata, fieltro chocolate para la trasera, dos argollas y una cinta y... completado.