jueves, 15 de diciembre de 2011

Funda de móvil

Llegaba el cumpleaños de alguien muy especial en noviembre. Yo seguía pobre como las ratas pobres. Los regalos ofrecidos por el resto de parientes iban a ser espectaculares. Tenía dos posibilidades: volver a hacer un cenicero de arcilla como cuando tenía 8 años (lo que pasa es que ya ni fuma, con lo que no puedo hacer ese horror de nuevo para nada) o usar el fieltro.

Pues venga una funda de fieltro para el caballero. Pero claro, una funda negra, de fieltro, sin más es algo así como... sosa... insípida... horrorosa... espantosa. Y yo no me podía permitir algo así, con lo que saqué mi ingenio a pasear y... nah, qué va, tiré de google, como hace todo el mundo.

Lo bueno es que el señor especial tiene una afición aún más especial; lleva haciendo ambigramas desde 1981, dos décadas antes de que Dan Brown los hiciera famosillos con los Illuminati. Y el señor especial hizo amigos especiales y uno de ellos hizo un maravilloso "ambigrama" de fondo y figura en el que se puede leer nombre y apellido del señor especial. El gran artista de la obra no es otro que Alberto Portacio, que además me dejó una obra estupenda para poder llevarla al fieltro.

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